La Señora Trude

Había una vez una niña que era muy obstinada y curiosa, y cuando sus padres le pedían que hiciera algo, no los obedecía, así que ¿cómo podría ella estar bien?

 Un día le dijo a sus padres: 
 
-"He oído hablar mucho de la señora Trude, quiero ir donde ella algún día. La gente dice que todo en ella parece tan extraño, y que hay tantas cosas extrañas en su casa, que yo estoy llena de curiosidad."

-Sus padres se lo prohibieron absolutamente, y le dijeron: 
 
-"La señora Trude es una mala mujer, que hace cosas malas, y si vas donde ella no obtendrás nada bueno, hija."- 
 
Pero la joven no se dejó ser desviada por la prohibición de sus padres, y siempre fue donde Frau Trude.
Y cuando llegó donde ella, Frau Trude le dijo, 
 
-"¿Por qué estás tan pálida?"-
 
-"¡Ah!"-, respondió ella, y todo su cuerpo temblaba, -"He estado tan aterrorizada por lo que he visto."-
 
-"¿Qué has visto?"- 
 
-"Vi a un hombre negro parado en sus gradas a la entrada."-
 
-"Ese era un minero."-
 
-"Luego vi a un hombre verde."-
 
-"Ese era un cazador."-
 
-"Después vi a un hombre de color rojo como la sangre."-
 
-"Ese era un carnicero."-
 
-"Ah, señora Trude, yo estaba aterrorizada, miré por la ventana y no la ví a usted, pero, yo creo que verdaderamente era el mismo diablo con una cabeza de fuego."-
 
-"¡Oh!"-, dijo, -"Entonces has visto a la bruja en su traje adecuado. He estado esperando por ti, y deseando tu llegada desde hace mucho tiempo. Tú me darás un poco de luz."- 
 
De inmediato convirtió a la niña en un tronco de madera, y la arrojó al fuego. Y cuando estaba en plena luz, se sentó cerca del fuego, y calentándose dijo:
 
-"Este brillo fulgurante será sólo por esta vez."-

Autor: Los Hermanos Grimm.
 

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