El hombre rico y el curtidor

Un hombre rico se mudó a vivir cerca de un curtidor, e incapaz de aguantar el olor desagradable de la curtiduría, presionó a su vecino para que se marchase de la vecindad. 
El curtidor aplazaba su salida una y otra vez, diciendo siempre que él se marcharía pronto. 

Pero como todavía se seguía quedando y no se marchaba, con el paso del tiempo, el hombre rico se acostumbró al olor, y no sintiendo ya más la molestia, no hizo de nuevo ninguna queja adicional.
 
Autor: Esopo

Moraleja:
La persistencia de una situación dada, la llega a hacer imperceptible

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